Washington, DC - La Ley de Mujeres, Paz y Seguridad, promulgada por el Presidente Trump en 2017, demuestra el compromiso de los Estados Unidos de abordar los desafíos que enfrentan las mujeres y las niñas en las zonas afectadas por conflictos y desastres en todo el mundo. Consistente con la Estrategia de Seguridad Nacional del Presidente, que reconoce el vínculo crítico entre el empoderamiento de las mujeres y sociedades más pacíficas y prósperas, la Estrategia de los EE.UU. sobre Mujeres, Paz y Seguridad (Women, Peace, and Security, WPS) fortalecerá nuestros esfuerzos para promover el liderazgo de las mujeres en la prevención y resolución de conflictos, la lucha contra el extremismo violento y el apoyo a la recuperación posterior al conflicto. Esta Estrategia también complementa otros esfuerzos importantes del Gobierno para apoyar la seguridad y el éxito de las mujeres en todo el mundo, incluida la recientemente anunciada Iniciativa Global para el Desarrollo y la Prosperidad de la Mujer.

A pesar de los numerosos ejemplos de mujeres que brindan liderazgo para prevenir y resolver conflictos a nivel local y nacional, sabemos que las mujeres siguen teniendo una representación insuficiente en la mesa, donde se toman decisiones críticas sobre la paz, la seguridad y la justicia. USAID está comprometida con la implementación total de la Estrategia WPS porque sabemos que invertir en el liderazgo y el empoderamiento de las mujeres puede ayudar a romper los ciclos de conflicto y violencia que amenazan la seguridad mundial y socavan el progreso del desarrollo. USAID continuará apoyando a los países en el camino de la autosuficiencia a través de un enfoque en WPS en nuestros esfuerzos de asistencia en el desarrollo y los desastres. En los últimos dos años, más de 69.700 mujeres participaron en los procesos de creación de la paz patrocinados por WPS y brindaron servicios médicos, psicosociales, legales y económicos críticos a más de seis millones de sobrevivientes de violencia de género.

Esperamos avanzar en esta importante agenda mediante la colaboración continua con otros departamentos y agencias y nuestra amplia red de socios internacionales y locales, especialmente las organizaciones religiosas, el sector privado y organizaciones de mujeres locales y de los países afectados por la crisis, los conflictos y el extremismo violento.